El proyecto se desarrolla en las tierras que a principios del siglo pasado eligió nuestro abuelo, el ingeniero Leopoldo Suarez. Imaginó una historia y desarrolló su idea en un lugar que era un desierto descartado por los inmigrantes de ese entonces. Por cuatro generaciones vienen trabajando y relacionándose con este hermoso lugar, pasando buenas y malas seguimos adelante con un fuerte sentido de pertenencia y respeto por esta tierra. Paraje Altamira está en el corazón del cono aluvional del Río Tunuyán, en el pedemonte de la Cordillera de los Andes.
Las imágenes son ilustrativas. Importante: las añadas pueden diferir del producto que se entrega.