Corbeau significa cuervo en francés. El nombre nació de la historia que el abuelo les contaba a sus nietos:
“Cuando compró el primer viñedo, fue a visitarlo y dijo que había visto un pájaro muy negro posado sobre un alambre. Él decía que era un cuervo. Unos años después, cuando empezó a cosechar, vio que el color de las uvas era mucho más intenso de lo normal en comparación con las uvas de la zona. Entonces la explicación que nos decía era que ese cuervo protegía el viñedo y le había pasado el color a las uvas". Francisco Rodríguez
Los terrenos áridos y las dunas desérticas fueron acondicionados para dar espacio a plantaciones de carácter único, siendo un homenaje a la noble cultura vitícola tradicional. Sus viñedos son la plena expresión de las vides mendocinas. Un constante contraste entre la tecnología que se integra al paisaje en una impecable y maravillosa armonía.
Desde la creación de la bodega en 2016, la familia Rodríguez ha buscado que Corbeau Wines sea un proyecto disruptivo, tanto con sus vinos como con su propuesta en general, y romper con las estructuras tradicionales de la industria. Siguiendo ese camino, la bodega familiar decidió lanzar la primera campaña -pionera en su tipo en el sector vitivinícola- de la industria del vino en apoyo a la diversidad: “Wine Is Love”, cuyo objetivo es acompañar y visibilizar la lucha por el respeto de los derechos y el reconocimiento de la igualdad. Se trata de una edición limitada de su línea Mad Bird.
“Soy tercera generación en la industria del vino y durante muchos años escuché que se trataba de un mundo tradicionalista. Si bien es una bebida que tiene mucha historia, debe también adaptarse y comprometerse con el presente. Debemos ser conscientes de la realidad, receptivos y comprometidos: queremos ser los primeros en hacer una campaña de este estilo, pero no queremos ser los últimos”. Francisco Rodríguez