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Poco a poco, estamos mirando más allá de nuestra copa de vino y queriendo conocer a fondo cómo se elabora nuestra bebida nacional y dentro de este concepto se incluye como estamos tratando al medio ambiente que ha ganado cada vez más atención en la industria vitivinícola en los últimos años, donde se empiezan a aplicar técnicas amigables.

 

Los vinos ecológicos son vinos que se elaboran a partir de uvas cultivadas de forma respetuosa con el medio ambiente. Esto significa que los viñedos no son tratados con herbicidas, pesticidas u otros químicos sintéticos. En cambio, las uvas se cultivan utilizando métodos naturales, como cultivos de cobertura y rotación de cultivos. Los vinos ecológicos también se elaboran sin el uso de sulfitos añadidos, que son un tipo de conservante que se suele utilizar en la vinificación.

Símbolo de vinos Ecológicos

Son muchos los beneficios de beber vinos ecológicos. El uso de químicos sintéticos en los viñedos puede contaminar el aire y el agua, y también puede dañar la vida silvestre. Los vinos ecológicos ayudan a proteger el medio ambiente al reducir el uso de estos químicos.

En segundo lugar, los vinos ecológicos suelen ser más saludables para que la gente los beba. Los sulfitos pueden causar reacciones alérgicas en algunas personas y también pueden dar un sabor amargo al vino. Los vinos ecológicos están libres de sulfitos, por lo que son una buena opción para las personas sensibles a los sulfitos o que prefieren un vino menos amargo.

Finalmente, los vinos ecológicos a menudo saben mejor que los vinos tradicionales. Las uvas cultivadas en viñedos ecológicos suelen ser más sanas y sabrosas, lo que da como resultado vinos más complejos y deliciosos.

 

 

 Algunas de las técnicas que consideramos amigables con el medio ambiente vitivinícola son:

 

Agricultura sostenible: Muchos productores de vino están adoptando prácticas agrícolas sostenibles, como la agricultura orgánica o la agricultura biodinámica.

Con agricultura orgánica nos referimos a vinos que utilizan en la etapa vitícola pesticidas y herbicidas sintéticos; promoviendo así la salud del suelo y la biodiversidad. Y la agricultura biodinámica considera al suelo y al viñedo en sí como un organismo vivo… por ende no tienen permitido utilizar ningún tipo de agroquímico/fitosanitario.

 

Energía y emisiones de carbono: La producción de vino implica el consumo de energía en diferentes etapas, desde la vinificación hasta el embotellado y el transporte. Algunos productores están implementando medidas para reducir su huella de carbono, como la instalación de paneles solares, el uso de energía renovable y la optimización del transporte para reducir las emisiones.

 

Gestión del agua: El cultivo de la vid requiere un suministro adecuado de agua, y es importante gestionar este recurso de manera responsable. Los productores están implementando sistemas de riego más eficientes, como el riego por goteo, para minimizar el consumo de agua y evitar el desperdicio.

 

Envases sostenibles: El envasado del vino también tiene un impacto ambiental. Algunos productores están utilizando botellas más livianas para reducir el uso de vidrio, y también se están explorando alternativas de envasado más sostenibles, como el uso de cartón o materiales reciclados.

 
Viñedos ecológicos de Mendoza

Estas son solo algunas de las formas en las que la industria del vino está abordando la sostenibilidad y el medio ambiente. Es importante destacar que cada productor puede tener diferentes enfoques y niveles de compromiso con la sostenibilidad.

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