La filosofía de VIDA Y ALMA es producir solo vinos de viñedos propios. Razón por la cual se estudió muy bien el terroir antes de producir los primeros vinos. Graciana y Eloisa apuestan por esos terrenos de altura, de climas frescos y suelos pobres y pedregosos. Noches frías, días soleados, pocos racimos por planta que terminan dando aromas de fruta fresca, taninos maduros y una elegancia natural que son la esencia de los vinos de VIDA Y ALMA.
Las imágenes son ilustrativas. Importante: las añadas pueden diferir del producto que se entrega.