El establecimiento está administrado en cuatro dependencias, cada una de ellas equipadas y organizadas delicadamente para que el proceso vitivinícola de la uva y el vino sean prolijos y cuidadosos en cada detalle.
La primera de ellas es la “Sala de Fermentación y Guarda”, de unos 450 m2. Aquí se alojan 19 tanques de acero inoxidable de diversas capacidades, que van de los 1.000, 2.000, 2.500, 5.000, 8.000, 10.000, 15.000, y 20.000 litros, con el objetivo de elaborar vinos en distintas cantidades según la línea. Además, en estos mismos tanques se realiza el proceso de guarda y crianza, y sólo algunos vinos se destinan a barricas de roble de tercer uso, que permite micro-oxigenaciones en el vino, con el objetivo de darle un toque de aroma y sabor al producto sin ser invasivos y rescatando todas las características y cualidades del varietal que le son propias. Así es que siguiendo con el propósito de Pumalek se obtiene de este proceso un producto genuino sin alterar la naturaleza y personalidad del vino.
La segunda dependencia es el “Depósito de Producto Terminado”, de 290 m2, con capacidad de almacenar aproximadamente 180.000 botellas ya etiquetadas y en caja. Este espacio está equipado con un climatizador que mantiene el vino entre 16°C y 18° C.
La tercera dependencia es la “Cámara de Frío”, destinada a bajar la temperatura de la uva a 8°C/10°C, antes del proceso de fermentación.
Y por último, la “Sala de Degustación y Ventas”, que se emplaza en la vieja casona de la propiedad. Todavía ésta dependencia se encuentra en proceso de re-funcionalización.
De este modo, en cada uno de los espacios la bodega logra que todo su proceso de elaboración, en sus etapas de maceración, fermentación y guarda sea totalmente controlado, cuidadoso, prolijo y riguroso, que luego se expresa en su máxima potencia en cada uno de los vinos artesanales y familiares de Pumalek.