La bodega fue fundada el a 2002 por la Familia Pelizzatti, retomando un antiguo legado familiar. A finales del Siglo XIX, sus antepasados elaboraban vinos de calidad en la región montañosa de Valtelina, Italia. Chakana se dedica al estudio y la comprensión de algunos de los mejores terruños de Argentina con el objetivo de producir vinos auténticos que expresen la identidad y el carácter de sus suelos. Ubicada en Agrelo, Luján de Cuyo (Mendoza) pero cuenta también con fincas ubicadas en otras eas de Mendoza: Mayor Drummond (Luján de Cuyo), dos viñedos en Altamira (Valle de Uco) y uno en Gualtallari. El manejo vitola de Chakana está orientado a la estructuración y preservación de la biología del suelo y a un desarrollo vegetativo balanceado de la vid.
Descripción
Detalles del producto
- Composición varietal
- 100% Malbec.
- Estilo de vino
- Tinto Orgánico.
- Año
- 2020
- Maridaje
- Confit de canard.
- Método de elaboración
- Fermentación regular
- Crianza en madera
- 10 meses en barricas de roble francés usadas.
- Graduación Alcohólica
- No especificado.
- Altura
- Entre 900 y 1000 msnm
- Enólogo/a
- Gabriel Bloise.
- Tipo de envase
- Botella de 750 ml
- País
- Argentina
- Provincia
- Mendoza
- Región
- Cuyo
- Sub-región
- Luján de Cuyo- Agrelo
- Recomendación
- Si querés tomar algo representativo de nuestros terruños, no te lo pierdas!
Chakana
El nombre Chakana evoca el símbolo que representaba para los Incas a la constelación de la Cruz del Sur, que era utilizada como elemento de orientación espacial y temporal con gran importancia para la agricultura. Desde el punto de vista etimológico, el nombre de la cruz, “Chakana”, tiene su origen en la piedra que se utilizaba en las acequias para desviar el agua hacia los cultivos. Un objeto simple y poderoso, llave de la vida misma en los Andes. A lo largo de los siglos este objeto adquirió un significado místico, encerrando en su geometría los cuatro puntos cardinales y los tres elementos de la vida: el aire, el suelo y el agua. Pero es debido a su profundo significado agrícola que la bodega, honra el fruto de estas tierras con su nombre espiritual: Chakana.
El vino argentino puede construir una identidad común basándose en estos factores naturales y en su fusión con el saber hacer occidental respecto de una de las plantas más emblemáticas de su cultura: la vid.
A partir del año 2012 Chakana comenzó un trabajo a conciencia para recuperar y mantener la armonía de sus suelos e inició la transición a orgánico/biodinámica de los métodos de cultivo para todas sus fincas. El manejo vitícola de Chakana está orientado a la estructuración y preservación de la biología del suelo y a un desarrollo vegetativo balanceado de la vid, en forma compatible con la textura del suelo de cada lugar, su contenido de materia orgánica y su susceptibilidad a las heladas. La Finca Nuna recibió la Certificación Orgánica a partir de la cosecha 2014 y tiene certificación Deméter (biodinámica) a partir de 2016. Finca Los Cedros (Altamira) obtuvo la certificación orgánica en 2016.