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La palabra Vendimia, proviene del latín vindemĭa, la cual significa cosecha y/o recolección de los frutos.

Pero, para Mendoza, la vendimia es mucho más que cosechar la uva, es una fiesta que se realiza en todos los departamentos de la provincia y finaliza en la gran “Fiesta Nacional de la Vendimia”, un evento lleno de música, bailes, etcétera, en el cual se venera el nacimiento del vino nuevo.

Es un evento que tiene lugar en diferentes regiones vitivinícolas de todo el mundo, y suele ser una celebración importante que incluye degustaciones de vino, desfiles, eventos culturales y más. La Vendimia, es un momento clave para la industria vitivinícola y para la cultura local, y es una oportunidad para apreciar y disfrutar de los vinos de alta calidad producidos en esa región.

En nuestra provincia la celebramos con mucho ahínco y amor desde hace ya muchos años, y que hoy en día se convirtió en una de las fiestas nacionales más importantes, alcanzando niveles que superan las fronteras de nuestro país.

La Fiesta Nacional de la Vendimia es una oportunidad para celebrar la cosecha de uvas y la cultura vitivinícola de la región, donde se realizan desfiles, eventos culturales, concursos de belleza y degustaciones de vino. También es un momento para apreciar y disfrutar de la música, la danza y la gastronomía local. Esta fiesta nativa es una experiencia única para aquellos interesados en dicha cultura y una oportunidad para conocer de primera mano la rica historia y tradición de la región mendocina.

Pero...¿Cómo inició esta tan esperada celebración?


COMIENZO DE LA VENDIMIA

La historia de la vendimia en nuestro pueblo mendocino se remonta a la época de la colonización española en el siglo XVI, cuando los jesuitas trajeron las primeras cepas de uva a la región. Desde entonces, la viticultura ha sido una parte integral de la cultura y economía de Mendoza. Se hizo tradición al pasar los años, ya por el 1800, donde se realizaba una celebración anual llamada Fiesta de las chinas, donde entre guitarreadas y canciones típicas de Mendoza como la cueca y gatos, se bailaban piezas musicales en pareja celebrando y honrando el vino nuevo.

El origen de nuestra festividad tiene como antecedente en 1913, cuando Mendoza fue elegida sede del “Segundo Congreso nacional de la industria y el comercio”, siendo ese el eje aglutinante provincial y generalizador de la conmemoración. Así fue como se realizó por primera vez una fiesta central, fuera del ámbito de las hileras y parrales, donde los trabajadores celebraban el final de la cosecha para posteriormente elegir una joven entre todas las cosechadoras, que coronaban con racimos de uva siguiendo la tradición mediterránea.

Con el pasar de los siglos, el mundo del vino y su industrialización se vieron obligados a experimentar buenas y malas experiencias. En los años 1920 se prohibió el consumo de vino debido a que se decía que la ingestión de alcohol provocaba enfermedades, pobreza, demencia, etc. También influyó mucho la industria del vino europeo durante las décadas del 60 y 70.

 La primera Fiesta de la Vendimia tuvo lugar a comienzos del año 1936, representando uno de los momentos más importantes para las bodegas. El inicio de esta celebración representaba en su momento y en la actualidad el fin de un arduo año de trabajo sobre la materia prima del vino. Es un momento donde recolectamos los primeros resultados de los viñedos para comenzar con la maravillosa tarea de la elaboración del vino en la bodega.

A partir de la década de 1990, la industria del vino en Mendoza experimentó un resurgimiento y se convirtió en un importante centro de producción de vinos de alta calidad en Argentina y en el mundo.

 

Antecedentes lejanos… y no tan lejanos.

Dicen algunas crónicas españolas que el mentor de las fiestas vendimiales fue un tal Juan Adaro y Arracola (o Arrazola), allá por finales del siglo XVII, inspirado en aquellas viejas celebraciones clásicas de la tradición greco-romanas, donde los dioses Dionisio y Baco ocupaban el centro de las míticas celebraciones de la Edad Antigua.

 En la mitología clásica, Dioniso, hijo de Zeus, es el dios de la vendimia y el vino, inspirador de la locura ritual y el éxtasis. Fue también conocido por los romanos como Baco varios siglos antes del nacimiento de Cristo.

¿Por qué es tan importante la vendimia en Mendoza?

La industria vitivinícola es un pilar económico clave en la región de Mendoza: Mendoza es una de las principales regiones productoras de vino del mundo, y la industria vitivinícola es un motor económico importante en la región. La producción de vino en Mendoza genera empleo, atrae turismo y exportaciones, y contribuye significativamente al PIB de la provincia.

 En Mendoza es una celebración anual que atrae a miles de turistas nacionales e internacionales. El evento se celebra con desfiles, concursos, degustaciones de vino, espectáculos artísticos y deportivos, entre otras actividades. La vendimia es una oportunidad para experimentar la cultura del vino de Mendoza, conocer la historia de la región y disfrutar de la hospitalidad argentina.

 La vendimia es un momento crucial para la producción de vino, ya que la calidad del vino depende en gran medida de la calidad de la uva. La cosecha se realiza en el momento preciso en que la uva alcanza la madurez óptima para producir vinos de alta calidad. Los productores de vino en Mendoza trabajan arduamente durante todo el año para asegurar una cosecha exitosa y de calidad, y la vendimia es el momento en que se recolecta y procesa la uva para producir los vinos.

Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, este evento toma gran protagonismo por su impacto económico, cultural y turístico en la provincia, y por su importancia en la producción de vinos de la más alta calidad.