A unos pocos km de Mendoza, en San Martin están las bodegas de la familia Falasco: Aitor Ider Balbo, Los Haroldos y Falasco. Hace poco las visitamos y exploramos los distintos universos vinícolas que estas bodegas ofrecen, cada una con su estilo único y cautivador.

Aitor Ider Balbo:

Esta bodega se destaca por su producción en grandes masas. Con el depósito de vinos más grande de Mendoza y una fascinante colección de maquinaria antigua, como si fuera de un museo.

Los Haroldos:

Para aquellos que recién empiezan su viaje en el mundo del vino, Los Haroldos ofrece una variedad de líneas y sabores para todos los gustos. Con una atención meticulosa a la variedad de uvas y una gama diversa de vinos, esta bodega es el punto de partida ideal para explorar el universo vinícola.

Falasco:

Es donde se elaboran los vinos de alta gama, donde la excelencia y la precisión se combinan para crear vinos de una complejidad incomparable. Con técnicas de vinificación únicas y una dedicación inquebrantable a la calidad, esta bodega ofrece una experiencia sensorial inigualable.

Explorando la Infraestructura

Desde las impresionantes máquinas llenadoras, que trabajan sin parar las 24 horas del día de Lunes a Viernes, hasta los tanques de acero inoxidable de dimensiones monumentales, y además de varias formas y estilos. Las instalaciones de las bodegas Falasco son un espectáculo. Con capacidad para embotellar 20.000 botellas por hora y un sistema de refrigeración de vanguardia, estas bodegas son el epítome de la innovación vinícola.

Un paseo con buen vino

La visita a las bodegas Falasco es mucho más que un recorrido vinícola; fue un paseo de muchas sorpresas. Desde la degustación de vinos directamente de los tanques hasta un almuerzo en el jardín de Los Haroldos, todo se disfruta.